expresa lo que guardas.

16.8.04

alas

algún espíritu atemporal (esos que tienen como misión dar misterio y luz a la atmósfera que nos envuelve) hoy me contó un secreto que en un par de minutos voy a olvidar, y para salvarlo lo escribo.
en fin... este muchacho, al que el uso común obliga a llamarlo ángel (aunque a veces puedan parecer demonios) se llama Ayel.
y me contó porque ellos tienen alas.
me dijo que el paso del tiempo era una trampa al espíritu vanidoso del hombre. que en realidad todos los seres convivíamos en un mismo segundo de espacio y tiempo. me explicó que naciámos ciegos y con una movilidad que apenas nos dejaba arrastrarnos por la tierra. claro que también teníamos la imaginación para creer que de verdad podíamos ver... infinitos colores y formas, estudiados por diversas ciencias (algunas ocultas y otras mas grises). que también desarrollábamos una creatividad envidiable para movernos por la tierra, por el aire y por el agua, con la ayuda de invenciones grandiosas que nos desafiaban constantemente. que claro, nuestro eterno karma seguía siendo el dominio del tiempo, una trampa tan macabra, que más de otro mundo se volvía cuanto mayor empeño había en superarla.
en fin... más tarde sintió lástima, y me regaló algo de esperanza: existía en este oscuro escenario, un pasaje secreto hacia algún otro destino: teníamos una oportunidad de cerrar los ojos para volver a ver, de saltar para poder volar.. recuperando nuestras habilidades perdidas al nacer (enmendadas por supuesto por los nuevos artilugios e intentos errantes de poder liberarnos). esto tenía más probabilidades de ocurrir el día que usamos para contar el paso del tiempo en nuestras vidas: nuestro cumpleaños claro.
y obviamente olvidó contarme este secreto, un secreto q algunos sostienen, no tiene forma, ni tiempo, ni palabras; y otros dicen que tiene una forma superficial que va cambiando año a año y usa palabras distintas según nuestro grado evolutivo en el momento... ese secreto que iba haciendo crecer alas donde teníamos hombros.. alas que serían invisibles pero q tenían la virtud de regalar a su dueño una liviandad de peso muy cercana a la que se siente al volar. me dijo que esas personas eran felices de que el tiempo pasara, porque adivinaban la ilusión oculta en el tiempo... y lo más mágico.. esa liviandad los hacía sentirse libres.. libres del peso falso que el resto de los hombres daban a las cosas que los hacían exclavos. en cuanto a la vista, mencionó que podían estar mirando siempre las mismas cosas, pero teniendo en cada oportunidad una visión nueva.
su única pista fue decirme que el mejor momento de ese día para tentar al milagro es el segundo donde sentimos ese arranque incontenible de nostalgia. y que si miramos bien, hay muchos a nuestro alrededor que ya lo saben.